
Soñando volver, volver a sentarse en aquella roca contemplando el fin de la tierra como el horizonte y el cielo se funden en un mismo color sea la hora que sea... sea el color que sea. Turquesa por la mañana, anaranjado al atardecer y azul cuando se pone el sol. Soñando con sentir la brisa en la nuca, sentir el viento en la cara. Echo de menos ese mundo en el que desde un acantilado se hacían notar las olas enfurecidas, en el que el silencio gobernaba las noches. Soñando con el regreso, aún me quedan los sueños y la esperanza... esperanza de volver allí, en una noche sin luna, cerca de las olas infinitas, sin soñar... porque no me haría falta.
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