
Ahora, es cuando llegas tú que sin avisar me matas, con tu voz me introduces un fluido mortal por mis oidos y con tus palabras me arañas la piel. Y es cuando llegas tú y llega esa noche en la que después de un coma... comienzo a respirar. Tú me mataste y ahora pasan los años y muerto estoy, sin buscar nada porque te tengo a ti, luchando por sentir tu respiración. Muerto estoy y muerto seguiré en la inmensidad del cielo por el que vuelo a tu lado. El viento nos arropaba y la lluvia de la mañana nos nutría. Y entonces empiezo a soñar... empiezo a cantar... Siento que respiras.
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