Natura
Vuelve mi alma a sentirte de nuevo, cada pequeño suspiro de aire que otorgas al mundo lo hace más grande y lo completa. Básicamente, es algo que me llena el corazón de espiritualidad divina cuyo principio está en el magno reflejo de tus ojos. Ni lo más importante para mí tiene fundamento habiendo estado tú en una pequeña brizna de mi vida, ahora mágica desde que sé que existes. Ya los jardines de mi alma empiezan a florecer al son de la naturaleza en esta primavera en fastuosas imágenes con sabor a fruta fresca. Al son de ella, grande y sabia que contempla estática nuestros suaves movimientos de frío y viento. Jardines que recuerdo, jardines que matan, jardines en los que no caben reflejos de lágrimas perdidas entre el tiempo y el espacio. Son sino jardines que brillan, lucen, y expresan lo mejor de ti misma. Te propongo que nos adentremos de nuevo en ellos, en esos jardines perversos, perdiéndonos entre sus profundos y confusos laberintos. Te propongo darte hasta mi vida por ver tus ojos posándose en lo míos, oler tu acariciante fragancia aristocrática y sentir tus manos, tus afiladas sonrisas que penetran en mi corazón abriendo ventanales cargados de luz que iluminan la oscuridad internada en él. Sentirte de nuevo, sentirte aquí conmigo… contigo.
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