...con bastante tiempo en la espalda escuchando susurros, y la sonoridad del silencio. Ha llegado el momento de alzarse, elevar la voz y aclamar la conciliación por la que se ha luchado tanto. Es el momento de aprobar este presente que nos ha sido ofrecido. Quizás el tiempo nos lo usurpe, los futuros son inciertos y traicioneros. Retratad el momento, pues queremos que sea eterno, luchemos contra lo que nos impida mantenerlo.
Ahora, como vosotros, estoy en paz.
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