Y la noche comienza con mi llegada a congresos, tarde, como muchas veces pasa, y ese es el cimiento de la noche. Irnos a un callejón como buenísimos desgraciaetes.
A partir de ahí entre conversaciones artística y cinematográficamente rayantes empezamos a volar por la noche. (( que gran frase, la verdad está en el fondo del vaso )) Entonces ya después de pensar que ya no teníamos remedio nos dejamos ver por el buen ambiente de la vogue que tanto ha cambiado. Comenzamos escuchando el clásico requetarantantón de los huevos pero yo estaba quitándome rayamientos de griego así que me daba igual. Vi a gente digna de decir "a qué te invito?" otra por contraposición estaba ahí para que le dijeras "lárgate bastardo". Aún así tuvimos momento de felicidad eterna... ""Beautiful Day""... de repente empieza a sonar entre otros temas de U2. Gran pena que pusieran Muse y yo estuviese fuera con el hermano de camarón... gran gran gran lástima.
Callejones y callejones perdidos por la red viaria de granada en una calle llamada "Buensuceso" más bien sería buen estacionamiento porque díganme que hacen 50 personas tiradas en la calle esperando a que alguien se inspire y nos conduzca a un lugar... ( tristemente fuimos a granada 10 y les vacilamos... consecuencia... nos quedamos de nuevo en la calle )
Ahora es cuando después de unas horejas en la metro nos vamos a leer ese ofuscante amanecer que echábamos todos tanto en falta... miré hacia arriba sentado en una terraza fantasma y cerré los ojos. Y abrí la boca para respira y plaf, ya están dando por culo la gente con la cámara y me tienen que hacer una foto a estilo vegetal o mira el desgraciao aquél. En ese momento hubo hemorragia interna en la nariz ( de nuevo ) y pérdida de mis queridos clinex. Más tarde lo más pintoresco... el desayuno... el paso por los jardines del salón y nuestra entrada triunfal al instituto fue enriquecedor para mis ojos y rayante para mi cabeza ( aunque en el fondo lo supe disfrutar )
Y lo más gracioso es que he vuelto a ser un niño esta noche... he vuelto a recordar lo olvidado y he sido presente entre tanta gente. Resumen, aunque mis amigas no fueran ( que por cierto se perdieron una noche ustedes dos... ) la gente acabó con ronqueras, mamen escocía, otros tales iban groguis y mientras yo saltando de alegría viendo como recorren los techos los gatos de las callejas del zaidín y acordándome que esto en Nueva York es imposible. Dedicado a todos y cada uno de los presentes que bueno se merecen pan y agua sobre la mesa el resto de su vida... y sobre todo a ti Laurita, me lo pasé muy bien contigo a ver si tienes suerte en tus aventurillas bohemias.

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