
...Palabras de un altavoz...
Aún quedan 19 minutos, y yo aquí colgado en el andén, mientras veo la gente que viene y va, y tú que no has podido evitar llamarme la atención, ahí sentado en ese banco rojo esperando, esperanzado de que venga tu próximo tren. Faltan 15 minutos y admiro tu presencia, leyendo un libro que ni siquiera sabes qué hace en tus manos. Hace frío, fresco pero tú estás ahí esperando, sentado y yo aquí colgado admirando cómo eres. Nunca unos ojos verdes me habían hecho sentir. Y ahora que solo faltan 10 minutos derrepente te impacientas y es cuando necesito expresarte que nunca nadie, en horas ni en días, en meses ni en años había pasado así por aquí. No puedo llorar, pero sí recordarte y hacer que aparezcas en mis sueños que es cuando soy realmente libre. Miras ese cartel canaya que te dice que sólo faltan 4 minutos y sonríes, te alejas de esta manera más y más de mi presencia aquí. Y ya está aquí, ya ha llegado tu maldito tren, y estoy tan furioso, te levantas y te vas tú y tu compañero, tu compañero. Ahora me atevo a maldecirte aunque eso me lleve a no verte más. Aunque sepa que luego me vas a llorar, porque ya te he soñado y te he visto ahí retorcido del dolor solo por mi culpa. Cuanto me arrepiento ahora que no te puedo sentir. El vagon comienza a moverse, se va y te vas con él. Nos veremos el domingo de la despedida y después... Pasajeros 20 minutos para el próximo tren, tiempo indefinido para volverte a ver.

Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario